Rafa Nadal: Leyenda viva en la historia del deporte, imagen de un juego asociado a las clases altas, a las mafias, al lujo y, por qué no, a la elegancia. Un juego internacionalmente conocido. En cuanto a la representación gráfica, tanto el logo como la imagen de Rafa se integran perfectamente con el resto del texto de manera elegante, variando textura color y peso para elaborar un llamamiento directo y atractivo: únete.
Belén Esteban: Una señora que un día tuvo una hija con un torero y que el resto de la población se encargó de encumbrar como icono del populacho español, gracias a lo cual le está costando la salud. Los grafismos son clara representación de lo que ella representa. Un logo de dudoso gusto, más propio de los circos de los pueblos, con una combinación de colores no excesivamente elegante pero funcional, que mal utilizada es una aberración (para muestra un botón). La imagen de ella ni siquiera se integra con el fondo, por no hablar de la bola de bingo sin número y los insultantes errores ortográficos de un cartel que incita a una dudosa aventura: descúbrelo... (¿si te atreves?)